Saber
organizar lo que
queremos decir, escuchar
con lo que nos quieren
contar, establecer
relaciones cordiales,
decidir de forma
acertada qué, cómo, a
quién, cuándo… informar
de algo importante,
defender las propias
opiniones con firmeza
sin herir la
sensibilidad de nuestros
interlocutores, así como
desenvolverse con
soltura en una reunión,
en una entrevista
personal o frente a un
público en una
presentación, configuran
entre otros factores, el
gran prisma de la
competencia
comunicación.
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