UN
PROGRAMA DE AUTOCUIDADO
DESTINADO AL PERSONAL DE RR.HH.
Las
personas que desarrollan
su labor en RR.HH. han
vivido muy de cerca las
consecuencias personales,
organizativas y los
resultados de la crisis
sanitaria. Para poder
minimizar su impacto, han
tenido que ser capaces de,
entre otras cosas:
Reaccionar
y tomar decisiones muy
rápidas (analizando la
situación, identificando
amenazas y riesgos,
priorizando y
acometiendo planes de
acción de una manera más
ágil que nunca).
Establecer
y pilotar nuevas formas
y métodos de trabajo.
Garantizar
la continuidad de los
equipos y el
mantenimiento de la
cultura corporativa.
“Estar
presente” y ser visible
para comunicar, formar y
atender las demandas y
necesidades de la
organización y de las
personas.
Cuidar
del bienestar de
todos/as en el sentido
más amplio.
Esta
situación ha producido un
desgaste
en los equipos que
integran las plantillas de
RR.HH. Los
grandes esfuerzos
realizados, las
situaciones de
incertidumbre y
frustración, la fatiga y
el estrés han hecho mella
y ahora
toca “revitalizarse” y
“cuidarse para poder
seguir cuidando” a los/as
demás.